Ya es oficial: el Principe William e Kate Middleton dejarán la capital inglesa para trasladarse a Berkshire a principios de verano, justo a tiempo para el cumpleaños del duque de Cambridge. Los futuros gobernantes optaron por vivir en la residencia de Cabaña Adelaida, una villa de cuatro dormitorios, sin personal residente excepto para algún evento ocasional. Dos razones importantes por las que Cambridge se mudó fueron los niños y la Reina elizabeth.
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William e Kate quieren una vida sencilla y modesta, por eso han elegido vivir en la absoluta privacidad de Windsor. Además, la casa no necesita reformas costosas, a diferencia de 2,4 millones de libras gastado desde Príncipe Harry e Meghan en el vecino Casa de campo de Frogmore. Una fuente de El Sol de hecho afirmó que: "Se mantuvieron firmes en que no querían nada demasiado llamativo o algo que necesitara renovación o más seguridad para no ser una carga para los contribuyentes". Además, han decidido pagar el alquiler de la villa desde su cuenta particular.
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Cabaña Adelaida es un sello de corona con una historia de 200 años. Reformado en 2015, se dice que tiene delfines dorados y adornos en el techo del dormitorio principal, reciclados de un yate real del Siglo XIX y también cuenta con una chimenea de mármol greco-egipcia. La pareja no se despedirá de su antigua morada en Palacio de Kensington que mientras tanto se utilizará como oficina para su personal, mientras que la finca de Anmer Hall, en Norfolk, se convertirá en el retiro campestre donde la pareja espera jubilarse en una década más o menos.
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Nueva casa de William Kate: los motivos de la mudanza
Una fuente dijo que William e Kate “No tenían otras pretensiones que una agradable casa familiar cerca de los colegios y de la Reina”. De hecho, estaría allí para persuadir a los duques de Cambridge para que se muden a su nuevo hogar. proximidad de la finca al Castillo de Windsor. De esta manera, el príncipe está a solo diez minutos de la casa de su abuela y puede pasar mucho más tiempo con ella, tal como lo hacía cuando era niño. Además, la mansión se encuentra en el mismo barrio donde George e Charlotte irán a la escuela el próximo invierno. Además, los jardines de la casa, a diferencia de Londres, permiten que los niños jugar libremente y en paz. En definitiva, solo queda la confirmación desde palacio y el Cambridge por fin podrá empezar una nueva vida en nombre de la sencillez.