Incluso los más reacios a seguir las tradiciones de alguna manera se rinden ante una de las magias del amor que más sabe tocar el corazón: estamos hablando del don deanillo de compromiso. Cuando se trata de este tipo de joyas, es interesante repasar su historia. Averigüemos algunos detalles juntos en las próximas líneas.
La historia del anillo de compromiso.
Los anillos de compromiso no siempre han tenido el significado que los caracteriza hoy. Para darte cuenta de esto, solo recuerda que, al tiempo de los visigodos, supuso un compromiso mucho más vinculante que el actual, uno real contrato indisoluble. En ese momento, como importante declaración de amor, recurrieron al regalo de una manzana a la joven cuyo corazón querían conquistar.
La situación cambió radicalmente en el 1477. El año que acabamos de mencionar puede considerarse un verdadero parteaguas. ¿La razón? De hecho, la elección de Maximiliano I de Habsburgo, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico desde 1493 hasta su muerte en 1519, de donar un diamante a María de Borgoña como una promesa oficial de matrimonio.
Desde entonces, la etiqueta preboda cambió para siempre: no solo se extendió la costumbre de regalar un anillo -casi siempre un diamante solitario-, sino también la creencia de que traería mala suerte comprar el anillo de compromiso y los reales en el Mismo tiempo.
Si 1477 se considera la primera página del historia moderna del anillo de compromiso, el viaje real habría comenzado mucho antes. Según diferentes puntos de vista, el primero en donar anillos como símbolo de amor habría sido el egipcios antiguos. La tradición sería luego recibida por los griegos y más tarde por romanos. Del período de esta última civilización también hay varios testimonios. Entre estos, los relacionados con dos anillos donados por los hombres a sus futuras novias. El primero era de oro y debía usarse en ocasiones públicas. Él segundo, de hierro, en cambio, era para lucirse en contextos domésticos.
Los antiguos romanos también transmitieron la costumbre de llevar el anillo de compromiso, y más tarde la fe, en el dedo anular. Ellos fueron los primeros en pensar que del mencionado dedo salía una vena que conducía directamente al corazón, el órgano universalmente asociado con el amor.
Un modelo que ha atravesado los siglos.
laanillo donado por Maximiliano de Habsburgo a su futura novia literalmente ha atravesado los siglos. Para demostrarlo, es posible cuestionar la elección de una maison icónica como Tiffany que, además cuatro siglos después de la boda imperial, ha decidido volver a proponerlo, obviamente tras una reinterpretación, como pieza de una de sus colecciones.
Diamante... y más
La historia del anillo de compromiso comenzó con el Diamante, el material natural más duro que existe. En aras de la precisión conviene recordar que, con el paso del tiempo, se han ido convirtiendo en distintos iconos joyas pre boda hechas con otras piedras.
Dando un gran salto en el tiempo en comparación con el período del Sacro Imperio Romano Germánico, uno no puede dejar de mencionarlo. Esmeralda de 10,5 quilates donada por Ranieri de Mónaco a la inolvidable Grace Kelly por su compromiso en 1955.
Qué decir, en cambio, del zafiro elegido por Guillermo de Inglaterra por la propuesta a Kate Middleton? Que cuando se trata de joyas que sellan una promesa de amor, ahora hay espacio para la creatividad y la personalización.
los marcos
Si, como ya se mencionó, el montaje solitario fue el primero en entrar en la historia, a lo largo de los siglos otros han ganado fama gracias a su elegancia. Estos incluyen el marco engastado con pavé de brillantes y diamantes baguette del anillo que Joe di Maggio donó a Marylin Monroe antes de su cortísima boda celebrada en 1954.
labai gražios tos tradicijos, pasipiršimas, vestuvės .. visos moterys to nori :)