Los diferentes usos de un aceite milenario
Otoño ... tiempo de cosecha, olor a exprimido en el aire ... aquí está el néctar que gusta a todos: el aceite de oliva.
¿Quién de nosotros nunca ha sucumbido a una rebanada irresistible de pan y aceite o, escuchando el consejo de la abuela, lo ha usado para hidratar los labios?
El aceite de oliva siempre ha sido uno de los más queridos en la cocina y más allá. Gracias a sus características organolépticas es perfecto para acompañar ensaladas crudas o conservas, excelente para cocinar primeros y segundos platos y extraordinario para el cuidado corporal.
Con su alta concentración de ácido linoleico favorece la digestión y ayuda a mantener bajo control los niveles de colesterol LDL (el malo), gracias a la muy rica presencia de fenoles es un super antioxidante y, al no descomponerse a altas temperaturas, es uno de los lo mejor para freír sin dar lugar a sustancias nocivas para el organismo.
Pero chicas, vamos a nosotros ... dejando fuera las berenjenas en aceite y las frituras crujientes ... ¿cómo podemos utilizar mejor este remedio natural?
¡No puedo prescindir de una mascarilla casera para nutrir, desenredar y fortalecer mi cabello!
En cada cambio de estación me encuentro con el cabello seco y quebradizo y trato de correr para cubrirme. Mi mascarilla favorita es la de aceite de oliva y aceite esencial de romero: basta con añadir 5 gotas de aceite esencial a media taza de aceite de oliva y distribuir todo con un peine desde la raíz (si el cabello está muy seco) hasta las púas. Después de envolver tu cabello en una toalla tibia y dejarlo actuar durante una hora, puedes proceder con el lavado normal, notando al instante una mayor fuerza y brillo. Como alternativa al aceite esencial de romero, puedes agregar una cucharada de miel y, por qué no, incluso una yema de huevo para mitigar la caída. ¡Te sorprenderá el efecto!
Este mágico remedio es también un perfecto aliado de nuestra piel: tomado internamente gracias a las altas cantidades de vitaminas A y E nos mantiene jóvenes y en forma, usado externamente nos aporta hidratación y luminosidad. Mi mimo semanal es el exfoliante con granos de café y 2 cucharadas de aceite de oliva.
Masajeando la mezcla sobre la piel seca y enjuagando con un gel de ducha neutro, notarás inmediatamente la increíble suavidad y un color ámbar claro (como si acabáramos de tomar un poco de sol). En definitiva, un remedio y muchos beneficios ... ¡para probar absolutamente!
Giada D'Alleva