El estado de éxtasis debido a las victorias de este 2021 sigue en plena vigencia.
Hemos vivido meses de total delirio eufórico gracias a los resultados individuales y en equipo de un deporte italiano que se ha consolidado entre los mejores del mundo.
En resumen, ¿quién quiere ganar de alguna manera? tiene que lidiar con nosotros.
Además, ¡el lugar donde fueron escritos estaba escrito principalmente en su casa!
Sí: casa.
El que te permite salir y volver pensando en el viaje.
El que te hace sentir seguro.
Aquel en el que planificas el mañana entre las decisiones que tomar y las cosas que cambiar.
Y el deporte en su complejidad, diversidad, diversificación (un término que he usado con demasiada frecuencia ...) necesita sus hogares.
Que estén en sintonía con las necesidades relacionadas con el desempeño, la promoción y el territorio, la escuela, la universidad y la investigación, necesidades que se planifican y a través de las cuales se estructuran las intervenciones.
El deporte italiano necesita hoy más que nunca un gran plan de acción en instalaciones deportivas. Todos.
Un plan orgánico, sistémico, decisivo, rápido pero no necesariamente compartido.
Y todas las fuerzas en el campo deben intervenir. Pública y privada. Por competencia y valor.
El Estado debe hacer su parte creando el primer plan de intervención en las instalaciones escolares que las haga seguras y accesibles, utilizables y parte activa de los procesos educativos.
¿Por dónde empezar? De la Constitución
Insertando las palabras "deporte" o "educación física" en el libro de las virtudes, derechos y deberes del ciudadano italiano. El inicio que daría paso a lo que realmente falta, la inclusión en los planes de formación curricular en el día a día y el consiguiente y necesario compromiso con las estructuras, con las viviendas.
Cada escuela, cada instituto, cada complejo un gimnasio, una instalación, un espacio equipado y organizado. No los particulares que influyen en la escuela, sino la escuela que influye en la educación física.
Luego las áreas de picnic. Estamos entre las naciones más verdes de Europa y con una biodiversidad única en el mundo. Debería aprovecharse creando espacios de "deporte libre" en los parques de las grandes ciudades pero sobre todo en la vasta y mal organizada provincia italiana, red de casos esporádicos de excelencia.
Pero estas son solo unas pocas viviendas por construir y rehabilitar, al mismo tiempo es necesario intervenir en la alianza público-privada para el deporte de base, en la interpretación de los territorios y en la reurbanización y cumplimiento de los sistemas existentes, en losfacilitar a los Clubes Deportivos el acceso al crédito y asegurar ambientes que le permitan disfrutar del deporte de manera inclusiva y prospectiva, formativa e identitaria.
Finalmente, la infraestructura para grandes eventos. No es el punto delicado sino el volante comunicativo.
El hábito que hace al monje
Estamos carentes, obsoletos y demasiado atados a la intervención pública desde el punto de vista económico. Los grandes escenarios deben tener una perspectiva privada, pero los individuos deben poder invertir respetando las reglas y no sujetos a opiniones burocráticas antihistóricas.
Necesitamos nuevos estadios y pabellones deportivos que sepan acoger eventos diferenciados tras analizar la eventual (real…) remodelación de los actuales.
La cultura del deporte pasa de casa. Si no partimos de ahí seguiremos viviendo maravillosos veranos extemporáneos cruzando los dedos para que el talento y nuestra escuela técnica nos salven y nos gratifiquen.
Si todas las partes involucradas con personas competentes y calificadas, interesadas en el plan en sí, en su desarrollo y no en sus consecuencias, saben coordinarse, podremos construir un programa que nos dará mejores viviendas pero sobre todo una cierta futuro.
artículo Sin hogar no hay futuro viene de Deportes nacidos.