El dulce que te hace hermosa
Un súper alimento, mucho dulzor y mil propiedades… ahora la miel es la protagonista.
Ya utilizada en la antigüedad y conocida por ser el "néctar de los dioses", la miel es un milagro de la naturaleza que solo las abejas pueden lograr.
Rica en azúcares simples, como glucosa y fructosa, agua, vitaminas, sales minerales y enzimas, es el combustible ideal para nuestro organismo.
Bueno para bizcochos, excelente para endulzar cualquier bebida, perfecto para glasear dulces y asados y delicioso por sí solo, la miel puede ser consumida por todos y en cualquier momento.
Con sus calorías (304 kcal por 100g) inferiores al azúcar común y gracias a su reducido índice glucémico, también puede ser consumida por quienes están a dieta y no quieren renunciar a un poco de dulzura.
Sus propiedades no terminan ahí: es apto para deportistas inmediatamente antes de un esfuerzo físico o inmediatamente después para recuperar fuerzas, está indicado para personas sin apetito, niños, enfermos y ancianos como enérgico, y está recomendado a todo el mundo para su poder antibacteriano, digestivo, antidiarreico, antiinflamatorio y para reducir los síntomas de la tos.
En definitiva, parece ser un super alimento de mil cualidades y ¡no acaba ahí!
¿Lo has probado alguna vez para una piel suave y sedosa?
Para mi cuidado semanal, no podía prescindir de esta mascarilla que devuelve la luz y la pureza a mi rostro.
Me refiero a dos ingredientes naturales que todos tenemos en casa: azúcar y miel.
El procedimiento es muy sencillo, solo agrega una cucharadita de miel y una cucharadita de azúcar, mézclalas y úntalas sobre el rostro previamente limpiado. Después de esperar de 5 a 10 minutos, la mezcla debe masajearse con las manos mojadas en sentido giratorio para dilatar los poros y reactivar la circulación.
Luego puedes proceder a enjuagar el rostro con agua muy caliente.
No te asustes si tus mejillas se ponen rojas como pimientos ... ¡el efecto es, afortunadamente, solo transitorio!
Inmediatamente notarás una piel más tersa y con el paso del tiempo desaparecerán incluso los granitos y las pequeñas imperfecciones. Para potenciar este efecto purificante, me encanta hacer mi mascarilla antes de irme a dormir y después de enjuagar aplico una pequeña cantidad de aceite de coco para mantener la hidratación por más tiempo.
Después de años buscando la mascarilla adecuada que pueda hacer que mi piel luzca radiante y fresca, estoy cada vez más convencida de que la naturaleza vendrá en nuestra ayuda ... así que las chicas no se preocupen, gracias a la miel, las imperfecciones serán un mal ¡memoria!
Giada D'Alleva