Lidiar con el miedo: por qué preocuparse es más útil que preocuparse

0
- Anuncio publicitario -

Hay una miedo amistoso, lo que nos ayuda a desempeñarnos mejor, y uno enemigo, que nos paraliza y nos hace tomar malas decisiones.

Convertirla de enemiga en amiga no es un juego de niños y un artículo en línea puede no ser la varita mágica que estás buscando, pero quiero compartir algunos pensamientos prácticos contigo.

¿Estás listo? Calle.

 

- Anuncio publicitario -

1. La línea del miedo

El ejercicio consiste en Dibuja una línea y ponga Zero en un lado y 100 en el otro.

Estupendo. Debajo del encabezado 100 escribe tu mayor temor. Si sucediera, sería realmente un desastre terrible. Por ejemplo: la pérdida de todos los miembros de mi familia y mi trabajo al mismo tiempo. Esto sería una gran catástrofe para mí.

Ahora piense en lo que le preocupa y colóquelo en esta escala numerada.

Es decir, con respecto a tu miedo 100, ¿cómo posicionas lo que te atormenta? Por ejemplo, ¿este cliente no le paga? ¿O que tuvo una pelea con su esposa y necesita encontrar una manera de recuperar la relación? ¿O que no entiendes cómo usar el software de facturación electrónica y el servicio al cliente te hace esperar días para darte la respuesta que estás buscando?

Por regla general, este ejercicio nos ayuda a dar la debida importancia a lo que nos preocupa. No se trata de cuidar de minimizar el dolor o la emoción, sino de mirarlo dentro de un panorama más detallado. Es decir, sirve para relativizarlo, para colocarlo en el lugar adecuado, para adquirir una mayor serenidad y por tanto para poder arremangarnos para afrontar ese problema en particular.

 

2. Calcule el impacto del problema.

Otro ejercicio interesante es el de calcular el impacto de la situación eso te está molestando.

- Anuncio publicitario -

Sugiero el juego de 5, o pregúntate: ¿cuánto tiempo me preocupará esto? ¿Durante 5 días? ¿Durante 5 meses? ¿O por 5 años? O mejor aún, ¿qué impacto tendrá esto en mí y en mi vida en 5 días? ¿Y en 5 meses? ¿Y en 5 años?

La razón fundamental de este ejercicio es, también aquí, contextualizar lo que le está sucediendo hoy en una línea futura. Tenga en cuenta que tendemos a sobreestimar el impacto de algunas preocupaciones, y ponerlo en una perspectiva temporal nos ayuda a ser un poco más objetivos sobre cuánto preocuparnos por la situación y entender si el problema es real o no. 


 

3 80-20

La tercera idea es contrarrestar la tendencia habitual según la cual prestas atención al 100%, extiendes el 80 en cavilaciones y pensamientos sobre el problema y el 20 en posibles soluciones.

La distribución óptima es lo contrario: 20% para experimentar el problema, que no se debe negar sino afrontar y aceptar, pero la80% en cambio, debe proyectarse hacia pasar la página, hacia resolver la situación, hacia la adquisición de habilidades que obviamente no tenemos hasta la fecha, con el fin de comprender mejor lo que nos pasa y así aumentar nuestro conocimiento. Ergo: estudiar, leer, reflexionar, discutir, experimentar.

 

Queridos amigos cuidar es mejor que preocuparse.

Tratemos de dividir la preocupación en pequeños pasos, concentrémonos paso a paso en el siguiente acertijo a resolver y, con estos 3 ejercicios que he ilustrado, démosle el peso que se merece.

 

Para comprar mi libro "Factor 1%" haga clic aquí: https://amzn.to/2SFYgvz

Si desea iniciar una ruta de cuidado personal, comuníquese con el centro de psicología Luca Mazzucchelli, para consultas en vivo o vía Skype: https://www.psicologo-milano.it/contatta-psicologo/

artículo Lidiar con el miedo: por qué preocuparse es más útil que preocuparse parece ser el primero de Psicólogo de Milán.

- Anuncio publicitario -